martes, 8 de septiembre de 2020

LA DIRECCIÓN DE TMB NOS DEJA INDEFENSOS ANTE EL COVID-19

 Que la dirección de TMB no se toma en serio la salud de sus trabajadores no es nuevo. Todos recordaréis el caso del amianto en el metro. Durante mucho tiempo negando la existencia, aunque tenían conocimiento, luego quitándole importancia al amianto, aun sabiendo de la gravedad para la salud y por último retrasando y dilatando la retirada del mismo en el tiempo, asumiendo que los costes que se derivan son más importantes que la salud del trabajador. En autobuses todos hemos vividos durante los últimos años los recortes en los horarios de las líneas y supresión de turnos por falta de personal y material, el denegar constantemente todos los partes de vacaciones o fiestas por los mismos motivos y la conducción de autobuses caducos, sucios y con jornadas larguísimas y partidos en interlineas que no te dejaban vida para mucho más que no fuera trabajar con el consiguiente desgaste y un aumento del estrés para la salud del trabajador. Mecánicos y oficinas no se han librado tampoco del estrés por la mala gestión de la dirección. 

Con estos antecedentes, no nos extrañó cuando nos enteramos que en la última reunión del CSS la empresa, después de comunicar que hay 69 positivos por covid-19 en la plantilla de TMB, informa que a partir del inicio del curso escolar retirara los plásticos de separación entre pasaje y conductor y se procederá a la entrada de los pasajeros por la puerta delantera. Todo esto en el contexto actual de pandemia en Barcelona, no parando de subir el número de contagios por COVID-19.  

Mientras que en el ayuntamiento de Barcelona, encabezado por la alcaldesa Colau, pide a la ciudadanía extremar precauciones y distanciamiento social de 2m, la dirección de TMB (dónde el ayuntamiento hace y deshace a su antojo) decide hacer justo lo contrario, juntarnos más y exponer al trabajador y por ende a la ciudadanía a un paso continuo entre ambos.   

Para la dirección de TMB, que no ha pisado nunca un autobús en hora punta, su solución es poner una pegatina en el suelo diciendo que el pasaje no debe estar en la zona. Los conductores sabemos que en la mayoría de las líneas a esas horas los autobuses van con un exceso de pasaje y es imposible que con la entrada del inicio escolar una pegatina sea la solución a un exceso de pasaje. Es más, cuando se comunicaba marcando pasaje en tierra, todos los responsables de la empresa de solucionar el problema miraban hacia otro lado y ahora resulta que era tan fácil como poner una “pegatina en el suelo”. Estaría bien que alguien le recordara al pensador de la pegatina, que siempre ha estado prohibido quedarse en esa zona para la correcta visión del conductor, aunque no exista la pegatina, y siempre hemos tenido problemas para que esto no pasara. 

En la misma reunión del CSS también comunicaron que todos los autobuses tendrán mampara. Parece ser que, para la dirección, los buses de barrios o no son autobuses o un trozo de metacrilato y un trozo de plástico es una mampara para ellos. Pero este tema por su gravedad lo analizamos a continuación.   

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