Como siempre no han tardado en salir en defensa de no sé qué causa los tertulianos de rincón y máquina de café, esos que no saben de qué hablan pero les cuesta poco opinar de todo y lanzar mierda siempre contra el débil.
No tardan en posicionarse y sacar conclusiones de situaciones que no conocen, ninguno de estos vomitadores de mentiras ha sido capaz de contactar conmigo y enterarse de la verdad que estoy viviendo.
Para aquellos que os interese (que debería ser a todos, pues todos estamos expuestos a una enfermedad o lesión) os relato lo sucedido.
Hace 18 meses cogí la baja, en principio por una lumbalgia y empecé este camino hacía el calvario, en ese tiempo me han hecho pruebas de todo tipo y la conclusión es que tengo radiculopatia lumbosacra bilateral, para entendernos un pinzamiento de la raíz nerviosa que afecta a las extremidades inferiores.
A los 18 meses de estar de baja y pasar varias veces por el ICAM deciden que me han de dar el alta y he de incorporarme a trabajar
El servicio médico de TMB me hace una revisión antes de incorporarme y me repite pruebas (aunque tenía todas las anteriores) y verifican mi estado de salud y físico.
Hacen un informe en el cual indican que mi estado "NO ES IDONEO para conducir" y me indican que vuelva al ICAM a solicitar la baja y la incapacidad. La baja se niegan a dármela y la propuesta que hago de incapacidad aun no me la han contestado, cuestión de tiempo.
El día 18 de mayo después de hacer las vacaciones pendientes, me he de incorporar a mi puesto de trabajo pero sabiendo que no me incorporaría a la línea, llamé para confirmar servicio, hora y lugar y me dijeron que fuese a Zona Franca II a hablar con el Sr. RIVERA de personal.
Ya en su despacho me ofrece "el pacto de mi vida". Dos opciones:
A) Despido objetivo + pases + opción al puesto alternativo durante dos años si la seguridad social reconoce la incapacidad, si no estaría en la calle.
B) Despido objetivo.
Hay que decir que el despido por causas objetivas o ineptitud sobrevenida equivale a 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades.
Como podéis comprender esto a las 9:00h de un lunes te deja en estado de shock, por lo que tuve que pedir que me dejara grabar la conversación para luego asimilarla con más tranquilidad y el apoyo de la familia.
Comprensivamente me dijo que no, que me fuese a casa que él me cubría los días que necesitara y volviese con un abogado, un sindicato o alguien y me lo volvía a explicar detalladamente.
He de decir que si entras en ese despacho bajo de moral (lógico en un proceso de enfermedad crónica) puedes salir con ganas de morirte, porque te desanima de tal manera que no ves salida ni futuro, de lo cual se aprovecha y consigue que unos cuantos compañeros hayan firmado ese despido "tan favorable y con ventajas" según el tal Sr. RIVERA.
Después de hablarlo en casa y consultarlo con un abogado, tome la decisión de no aceptar voluntariamente ninguna de esas opciones que me deja a mí y a mi familia tirado sin esperanza en el futuro pues tengo una edad que lo hace complicado.
Esta situación lleva un tiempo produciéndose y son varios los compañeros que la han sufrido y la han aceptado, yo lucharé hasta el final por mí y por mi familia.
Sé que no estoy solo, tengo el apoyo de compañeros y amigos que saben que hoy me ha tocado a mí, pero que todos estamos expuestos a sufrir una enfermedad o lesión.
Espero que esta carta aclare dudas y os informe del problema que de no poner solución podría afectar a cualquiera.
Vicente Curto, 12720.